miércoles, 21 de julio de 2010

15 Preguntas: es palabra de Carlos Salem




1. ¿Por qué escribís? ¿Buscás algún fin con la escritura?

Fijar las ganas de vivir sobre el papel, para poder encontrarlas cuando las pierdo.

2. ¿Te acordás de qué fue lo primero que escribiste en tu vida?
Un poema dedicado a Gardel que me inventé para hacer feliz a mi viejo. Tenía 8 años y el poema era más malo que pegarle a la madre.

3. ¿Cuándo te diste cuenta de que te ibas a convertir en escritor?

A los 13-14 años, pero las pibas eran tan lindas... A los 30 dudé pero seguí escribiendo y cuando tecleé la última palabra de Camino de ida, supe que no había vuelta atrás.

4. ¿Qué libro te hubiera gustado escribir?

Cualquiera del gordo Soriano, El largo adiós de Chandler, Dias de combate de Paco Ignacio Taibo II, Chamamé de Leonardo Oyola, y tantos otros... Pero tengo que conformarme con los míos.

5- ¿Cuáles son tus miedos como escritor?
Los mismos que como periodista o barman: hacerlo mal, no servir ni para darme cuenta de que no sirvo. Y pasar hambre. Porque si no servís, estás pasando hambre al pedo.

6. En tanto escritor y generador de una obra, ¿pensaste en cómo querés que se te recuerde el día de mañana?
Como a un tipo que quiso levantarle la minifalda a la literatura "seria " y a veces, pudo. No el único, pero sí uno más. Si toca esa suerte, prefiero que la gente se acuerde de mis libros y de mis personajes, aunque se equivoque al escribir mi nombre.

7. Si tuvieras que elegir un texto de tu obra ¿cuál sería? ¿por qué ese y no otro?

Hoy dudaría entre dos textos: Un capítulo de Camino de ida ( el de Octavio y Gardel tratando de salvar una escultura de arena en la playa), y toda la novela que estoy terminando, El hijo pequeño de dios.

8. ¿Qué salvarías de una biblioteca en un incendio?

Todo Cortázar. Lo demás se puede volver a escribir, lo suyo no. Y a la bibliotecaria, si está fuerte.

9. ¿Tenés algún rito o costumbre que respetás antes de sentarte a escribir?
No suelo tomar alcohol cuando escribo (aunque por lo que escribo parezca que sí); por lo demás, creo que el rito y la rutina viajan en el mismo subte a la estación Aburrimiento, así que prefiero no saber si los tengo.

10. ¿Creés en la inspiración?

Creo en la concentración, en el placer de escribir para uno mismo y para todo el mundo al mismo tiempo. La inspiración es un nombre poético para explicar esa sensación. Pero hasta ahí. Lo de las musas y demás, no me cuadra. Si yo estoy escribendo a las tres de la mañana y viene una griega en camisón a decirme cosas a la oreja, seguro que no termino la novela...

11. Si tuvieras que hablar de tu literatura en pocas palabras ¿cómo la definirías?

Textos serios que hacen reír casi sin querer pero queriendo. Porque después de la risa viene la reflexión y no la ves venir hasta que te pasó por encima. O eso quiero creer.

12. ¿Qué estás leyendo en este momento?
Dos a la vez, como siempre: La mala espera del "argeñol" Marcelo Luján, y Timbre 2, un libro colectivo en el que están Oyola, Alejandra Zina, Selva Almada, Juan Guinot, y todo un grupo de gente que va a dar vuelta la literatura argentina si no los paran a tiempo...

13. ¿Qué estás escribiendo en este momento?
Rounds finales con la novela El hijo pequeño de Dios, y vamos a los puntos. La turra cree que me tiene contra las cuerdas, pero en cuanto se descuide, la tumbo.

14. ¿Qué es lo que más te cuesta de la escritura?
Darme cuenta, tarde, de que no dije lo que quería decir. Entonces, rompo las hojas, me voy al bar y mañana empiezo otra vez, sin pretensiones. Y sale.

15. ¿Qué sentís que ganaste y perdiste por la escritura?
Estamos mano a mano: le he dado todo el tiempo que pude y ella me ha devuelto novelas y lectores. Si me pongo a hacer balance de pérdidas y ganancias, sería un negocio, un matrimonio. Y está demostrado que soy mejor amante que marido.

CARLOS SALEM SOLA nació en Buenos Aires en 1959 y reside en España desde 1988 . Ha publicado las novelas Camino de ida (2007, Memorial Silverio Cañada de la Semana Negra de Gijón), Matar y guardar la ropa (2008, Premio Novelpol a la mejor novela policial), Pero sigo siendo el rey (2009, finalista del Premio Dashiell Hammett) , y Cracovia sin ti (2010, Premio Seseña de Novela); los libros de relatos Yo también puedo escribir una jodida historia de amor (2008), y Yo lloré con Terminator 2 (Relatos de Cerveza-Ficción); además de los poemarios Si dios me pide un bloody mary (2008), Orgía de andar por casa (2009) y Memorias circulares del hombre-peonza (2010). Varias de sus novelas han sido traducidas al francés y al alemán. Es profesor del Centro de Formación de Novelistas, con sede en Madrid y dicta talleres de narrativa creativa en Madrid y Ginebra.

www.elhuevoizquierdodeltalento.blogspot.com